Confidentes en el tiempo.
No le digas a nadie, tiempo, que yazco en un lecho de amor con mi amada.
Que mis dedos se han enredado de forma descuidada entre sus cabellos
y que nuestros labios se han hundido en un húmedo y profundo beso.
Que nuestras manos se han encontrado de forma descuidada bajo las sábanas
y nuestros cuerpos yacen desnudos teniendo como única compañía la oscuridad.
Tiempo, no le digas a nadie que mi amor por ella es más grande que la vida misma.
Pues temo que si la humanidad se entera, envidien nuestro amor y me arrebaten la felicidad.
Tiempo, sé testigo del amor que nos profesamos, del cariño que nos damos
de las promesas que nos juramos. Sé fiel testigo de nuestro amor y confidente de nuestro vínculo.
No quiero que de sus ojos se derramen más lágrimas, pues la tristeza no se merece tenerla.
Sólo quiero estrecharla entre mis brazos y amarla como se merece.
Porque ella es todo cuanto necesito en un mundo donde nuestro amor esta prohibido.
Akasha Valentine © 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario